
“Yeyé, he conocido al hombre que cambiará los destinos de Cuba! ¡Se llama Fidel y es Martí en persona!” Abel Santamaría
El asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes marcó el reinicio de las luchas por la independencia de Cuba, que no terminarían hasta el 1ro de enero de 1959 con el triunfo definitivo. Otro de los significativos valores del hecho, fue la consolidación de Fidel Castro como líder indiscutible de la Revolución Cubana.
Guiado por los ideales de Martí, autor intelectual del Moncada, Fidel dirigió como jefe principal los sucesos del 26 de julio.Aunque desde el punto de vista militar no se lograron los objetivos; trazó el camino para acciones futuras, como el desembarco del yate Granma. Así mismo se abrió pasado a la lucha armada; sustentada en un programa que contenía las principales transformaciones sociales, económicas y políticas a las que aspiraba la “Generación del Centenario”. Dichas trasformaciones quedaron inmortalizadas en el alegato de autodefensa de Fidel “La Historia me Absolverá”.
“Es precisamente en su histórica defensa durante el juicio contra los asaltantes del Moncada conocida por La Historia me Absolverá–factor determinante que convirtió en victoria estratégica el revés táctico del 26 de Julio–, donde Fidel esboza, con criterio marxista, el programa popular y avanzado del movimiento que encabezaba. En ese programa se abordan, entre otros problemas, los acuciantes males que afectan a la república mediatizada; se hace una correcta apreciación de los factores de la lucha, se da un concepto de pueblo que ayuda a aglutinar a todas las clases y sectores interesados en la batalla contra la oligarquía nacional y el imperialismo; se exponen y fundamentan las principales e insoslayables medidas que el gobierno revolucionario habría de acometer de inmediato al asumir el poder”. (Revista Verde Olivo # 31:1983)
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